Herman Leonard: la elocuencia de la luz
Palabras clave:
Herman Leonard, fotografía, libroResumen
SI convenimos que la función de una antología es la de representar un mundo, el esfuerzo de David Houston y Jenny Bagert al proponer una panorámica del trabajo de Herman Leonard con el volumen Tras la escena (Editorial Electa, 2006) roza el acto de justicia y muestra, más que un mundo, todo un universo. Pocos fotógrafos han sustanciado en sus piezas el espíritu del jazz del modo en que lo ha hecho Leonard desde hace más de medio siglo. Pero todavía son menos los que han convertido su labor en el interlocutor ideal que ha conversado sin complejos ni falsas adulaciones con la escena jazzística. Herman Leonard, maestro de maestros, ha transmutado en milagro el mundo de las dos dimensiones: sus fotografías fijan el volumen del objeto retratado y desprenden efluvios que pasan de la tercera a la cuarta dimensión, hasta ingresar en esa Twilight Zone en la que ya todo queda naturalizado. No es de extrañar que uno oiga música cuando ve revelado el trabajo de este americano universal, hijo de judíos rumanos, delante de los ojos.