Nat King Cole

Retratos desde el limbo

Resumen

El Limbo es una gozada cuando Nat Cole está sentado al piano, con los ojos entornados y una leve sonrisa en sus labios, y deja correr sus manos por el teclado interpretando Sweet Lorraine. Pero, a decir verdad, todavía hay momentos mejores en
los que, además, Nat canta. Entonces, nuestro Limbo es el mismísimo Cielo. ¿Debía figurar Nat Cole en este lugar de olvidados ilustres? Hay opiniones encontradas al respecto. La mía, a pesar de que sus obras están siendo regularmente editadas y quizá influido, como todos los de mi generación, por haberlo conocido como estrella de Hollywood y de la canción, es que su existencia en el Limbo es de las más sonadas y que vale la pena el esfuerzo de ponerlo, una vez más, en su sitio. En último término, por si lo otro no es suficiente, sirvan estas líneas como un homenaje, ahora precisamente que se cumplen treinta años de su fallecimiento, a todo lo que este pianista y cantante representó para el jazz.