¡Bartz!
Palabras clave:
Gary Bartz, saxo altoResumen
«La gente me coloca en buen lugar, me ven grande. Yo no me siento en ese lugar privilegiado de los que han sido mis maestros pero sí siento que trabajo y quiero que se note que lo hago, que me vean hacerlo. No me siento Parker, estoy en otro lugar y quiero que esté claro y mantenerlo». Son palabras que escuché de Gary Bartz antes de haberle conocido o haber trabajado con él, cuando escribí la crónica de su actuación en el XII Festival de Jazz de Madrid de 1991. Por diversas razones mi crónica llegó demasiado tarde. Me sigo arrepintiendo de que no llegase a tiempo porque nadie pudo leer lo que sentí en aquel momento con su música. Pero lo que dije hace cuatro años sigue siendo hoy igualmente válido: « ... en el centro de todo estaba Gary Bartz cuya música eran series de notas sinceras que se precipitan, saltan y cantan con júbilo, dolor, prolongándose con sabiduría e inocencia ... la realidad del ser humano. Bartz es un maestro del jazz en el apogeo de su talento. Escucharle improvisar, asociar libremente tema con tema, acorde con acorde, nota con nota desde las profundidades de su inconsciente, es ser consciente de una realidad superior y quizá aprender algo íntimo sobre uno mismo. Los hombres lloran y combaten en guerras por menos. Gary Bartz lo pone todo en una canción».